BINACIONAL: EL PRODUCTO DE LOS ERRORES

  • Tiro de Esquina (Columna de Análisis)

No importa el confuso origen del club deportivo “Binacional”, si nació en Desaguadero, “bautizado” en Paucarpata y “adoptado” por Juliaca. Lo realmente importante es que en su corta historia de club de fútbol ha brindado alegrías y tristezas a sus seguidores, ha logrado títulos trascendentes, consiguió traer fútbol profesional e internacional a la ciudad de Juliaca que lo acogió incondicionalmente; un plus adicional es haber posibilitado que el estadio “Guillermo Briceño Rosamedina” cuente con su propio sistema de iluminación, esa es la parte positiva de esta corta, pero fulgurante historia que nadie puede negar, hacerlo sería mezquino.

Pero, vale la pena la pena preguntarse: ¿Por qué Binacional, “el Poderoso de la Frontera”, como fue etiquetado, tan pronto, ha pasado del éxito al fracaso?

Ni los chamanes andinos, que se presumen de conocerlo todo, pudieron predecir esta dolorosa realidad, no lograron identificar como este club pasó tan rápidamente de una hazaña a un fracaso estrepitoso, como es perder la categoría futbolística.

Bien decía el escritor británico Rudyard Kipling: “Al éxito y al fracaso, esos dos impostores, trátalos siempre con la misma indiferencia”. Pero, habría que agregarle, sin perder la objetividad.

El “Poderoso de la Frontera” perdió la categoría, según mi punto de vista, por los siguientes errores:

  1. Nunca fue un club bien organizado, un proyecto bien elaborado, ni siquiera una empresa bien constituida, fue más bien el producto de las afortunadas circunstancias de un improvisado mecenas de fútbol, cuya fortuna es motivo de investigaciones policiales.
  2. Como nunca fue una institución o empresa, el Binacional fue conducido, de acuerdo a las motivaciones personales de su presidente o propietario, por eso, tanta inestabilidad deportiva, lo prueban las declaraciones de los propios jugadores y técnicos que han pasado por sus filas, y los resultados.
  3. Los títulos logrados en su momento, fueron el producto del esfuerzo de sus protagonistas (Jugadores y cuerpo técnico), no el resultado de una buena gestión dirigencial, de lo contrario no se hubiese tenido tan desastrosa participación en la Copa Libertadores. Lo ocurrido ahora, es otra prueba de la improvisación dirigencial que imperó en este club.
  4. A Juan Carlos Aquino, propietario del Binacional, se le debe felicitar por los logros obtenidos por los jugadores y comandos técnicos que, en su oportunidad, contrató y le dieron resultados exitosos. Juliaca tiene que agradecerle haberla convertido en sede de un torneo internacional de gran envergadura, como lo es, la Copa Libertadores y haber propiciado la sustancial mejora de su principal escenario deportivo.
  5. Pero, lo que no se puede dejar de señalar, es el mayor error cometido por Juan Carlos Aquino: pretender utilizar el éxito deportivo para sus intereses políticos, considerando erróneamente que bastaría la participación en la Copa Libertadores para justificar su pretensión personal de llegar al gobierno regional, por lo que no se preocupó en estructurar un equipo solvente para la campaña del presente año.

Este error le costó el descenso de categoría a su club, el Binacional y, obviamente, ahora, le cueste otro estrepitoso fracaso, esta vez, en lo político.

Sin embargo, no faltarán los chamanes y falsos “amigos o asesores” que, le dirán lo contrario, y le hagan creer que no importa que el Binacional haya perdido la categoría, que es un gran dirigente y que, la población puneña lo elegirá autoridad regional, pese a todos los errores que cometió.

Binacional descendió, lo responsable, por parte de Aquino, debería ser por preocuparse en armar un buen equipo para buscar el retorno, no interesarse más en una aventura, donde, lo más probable, es que también pierda la categoría…

Así es el fútbol y la política.

Start typing and press Enter to search